Avances y desafíos en la reforma del sistema carcelario dominicano

Cárcel Las Parras

“A tres años de gobierno, Luis Abinader confronta los retos pendientes en la modernización de las prisiones”

SANTO DOMINGO | Desde antes de su elección como Presidente de la República Dominicana, Luis Abinader prometió una reestructuración significativa en el sistema de seguridad del país, poniendo especial énfasis en la modernización del sistema carcelario. Este plan, presentado durante su campaña electoral para los comicios de 2020, incluía la ampliación y fortalecimiento del nuevo modelo penitenciario, un incremento en la inversión para prevenir el consumo de drogas, y la separación de los criminales según la gravedad de sus delitos, entre otras medidas.

Con su llegada al poder, el mandatario puso en marcha el Plan de Reforma Penitenciaria, declarándolo de interés nacional y encomendando su implementación a Roberto Santana, designado asesor honorífico del Poder Ejecutivo en políticas de Seguridad y Sistema Penitenciario. El plan buscaba, entre otros objetivos, evitar la corrupción dentro de las prisiones, garantizar los derechos de los reclusos, y asegurar una protección eficaz a las víctimas.

Sin embargo, a pesar de los esfuerzos y la destitución de los funcionarios que dirigían las prisiones tradicionales por su ineficacia, el presidente Abinader reconoció durante la rueda de prensa “La Semanal”, tras tres años de gobierno, que los avances no han sido suficientes para mejorar significativamente el sistema carcelario dominicano. Esta admisión llega en un momento en que las debilidades estructurales del sistema penitenciario se han hecho evidentes, como el reciente desmantelamiento de un centro de llamadas ilegales dentro de la cárcel de La Victoria.

A pesar de las promesas y los planes en curso, como la construcción de la cárcel Las Parras y la remodelación de otros centros para aliviar el hacinamiento, la realidad es que el sistema penitenciario dominicano sigue enfrentando graves problemas. La sobrepoblación, el hacinamiento, y la violencia son aspectos que aún dominan la escena carcelaria, reflejo de un desafío regional que afecta a varias naciones de América Latina.

El ex presidente Danilo Medina había iniciado esfuerzos para remodelar y ampliar los centros penitenciarios, incluyendo la edificación de La Nueva Victoria, con el objetivo de crear 12,000 nuevos espacios carcelarios. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, el panorama carcelario dominicano sigue siendo crítico, con una población carcelaria que ha experimentado leves fluctuaciones en su número, pero mantiene una tasa de hacinamiento alarmante.

Las iniciativas de reforma y los esfuerzos por mejorar las condiciones de vida de los reclusos son pasos en la dirección correcta, pero los desafíos persisten. La realidad de las cárceles en República Dominicana es un reflejo de un problema mayor en América Latina, donde la sobrepoblación, el hacinamiento, y la violencia dentro de los centros penitenciarios siguen siendo la norma.

La reforma del sistema carcelario dominicano es un proceso en curso que requiere de un compromiso continuo, transparencia, y la cooperación de todas las instituciones involucradas. Solo entonces se podrán ver mejoras significativas en la seguridad, el trato a los reclusos, y la eficacia del sistema penitenciario en su conjunto.

Por: Marcano Sin Tapujos / Listin Diario

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