“En el marco del Sermón de las Siete Palabras, el diácono de la Parroquia San José de Calasanz reflexiona sobre la creciente sed de satisfacciones egoístas y su impacto en la juventud”
SANTO DOMINGO, RD. | Durante la conmemoración del Viernes Santo, el diácono Ángel Cano Sención, de la Parroquia San José de Calasanz, se dirigió a la comunidad con un mensaje de reflexión y alerta sobre un tema de gran importancia en el panorama social actual: el progresivo debilitamiento de los valores morales y familiares.
Este llamado se realizó en el contexto del tradicional Sermón de las Siete Palabras, específicamente en la quinta palabra “Tengo Sed”, donde Cano Sención aprovechó para abordar esta problemática desde una perspectiva amplia y profunda.
El diácono Cano Sención expuso cómo la “sed” mencionada en el sermón puede tener múltiples interpretaciones en la vida contemporánea. Para algunos, representa la búsqueda de la verdad, la solidaridad, la justicia y la paz. Para otros, simboliza una aspiración hacia la santidad y la conexión espiritual con lo divino.
Sin embargo, Cano Sención advirtió sobre una interpretación preocupante de esta “sed”: la que se inclina hacia la satisfacción hedonista y egoísta, despreciando el bienestar común y comprometiendo valores esenciales para la convivencia armónica en sociedad.
El enfoque de su crítica se centró en la influencia negativa que esta cultura del placer ejerce sobre los jóvenes, criados en un entorno que fomenta la gratificación instantánea y elude la responsabilidad.
El diácono señaló la ausencia de apoyo político y legislativo para promover y proteger los valores familiares, criticando una agenda que, en su opinión, relega el bienestar social a un segundo plano en favor de otros intereses.
Cano Sención también cuestionó el estado del sistema educativo, describiéndolo como inadecuado y plagado de deficiencias que impiden el correcto desarrollo moral y ético de los jóvenes.
Además, destacó cómo la obsesión por el poder puede corromper las verdaderas vocaciones de servicio a la comunidad, socavando aún más los cimientos de una sociedad sana.
El mensaje del diácono no solo fue una crítica al estado actual de los valores morales y familiares, sino también una invitación a la reflexión y la acción colectiva para revertir esta tendencia.
Su discurso en el Sermón de las Siete Palabras resuena como un llamado a la conciencia social, subrayando la necesidad de un cambio profundo en las prioridades individuales y colectivas para reconstruir los lazos que unen a la comunidad.
Por: Marcano Sin Tapujos
