“Refugiados y solicitantes de asilo encuentran nuevas vías de entrada a pesar de los pactos fronterizos”
MONTREAL, CANADÁ | El cierre de la transitada ruta de Roxham, un otrora popular cruce no oficial entre Estados Unidos y Canadá, no ha logrado contener el flujo incesante de solicitantes de asilo que buscan refugio en tierras canadienses. Pese a los esfuerzos diplomáticos de fines de marzo entre Ottawa y Washington, en los que se decidió rechazar a estos migrantes en pasos fronterizos no oficiales, los aeropuertos de Ontario y Quebec emergen como las nuevas arterias por las que transita este humanitario éxodo.
Las estadísticas revelan una preocupante dinámica. Si bien en junio la GRC (Policía Montada de Canadá) reportó la intercepción de únicamente 36 personas en zonas fronterizas oficiales, en contraposición a las 4,994 de enero, la Agencia de Servicios Fronterizos de Canadá gestionó 4,350 solicitudes en aeropuertos ese mismo mes. De estas, una vasta mayoría provino de terminales en Quebec y Ontario, en comparación con 1,370 en enero y 1,360 en junio del año anterior.
Este fenómeno, lejos de ser una anomalía pasajera, refleja la aguda crisis migratoria a nivel global. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados estima que aproximadamente 110 millones de personas se encuentran desplazadas internacionalmente, un hito sin precedentes.
Abdulla Daoud, director general del Centro de Refugiados en Montreal, hace hincapié en este punto: “Las cifras actuales superan, y con creces, las registradas a principios de año”. Su organización atiende diariamente entre 100 y 150 individuos en busca de asistencia jurídica y otros servicios para procesar sus solicitudes de asilo.
En relación con el súbito aumento de arribos por aeropuertos, Stéphanie Valois, copresidenta de la Asociación de Abogados Especializados en Derecho de Inmigración de Quebec, ofrece una perspectiva adicional: “La mayoría de los solicitantes de asilo no están aquí en busca de una mejor vida, sino huyendo de persecuciones”. Valois también sugiere que el incremento en el procesamiento de visados de visitante podría haber incentivado el alza en las llegadas y, consecuentemente, en las solicitudes.
A medida que el drama humano se desenvuelve, las autoridades continúan adaptándose. Un aumento en cruces clandestinos ha llevado a la GRC a intensificar sus patrullas y a investigar potenciales redes de contrabando. Simultáneamente, la Patrulla Fronteriza de EE. UU. reporta cifras alarmantes: más de 5,400 detenciones en un sector de la frontera en menos de un año, una cifra que supera la totalidad de los últimos nueve años.
Es evidente que, mientras las naciones buscan soluciones políticas, millones de almas buscan un lugar seguro donde reconstruir sus vidas.
Por: Marcano Sin Tapujos