
“La interrupción del acuerdo sobre la obra en el río Masacre escalada las tensiones entre ambas naciones caribeñas en medio de la intervención internacional”
SANTO DOMINGO | En un marco de elevada tensión y con la diplomacia como arena de lucha, Haití y República Dominicana (RD) elevan sus diferencias a la Organización de Estados Americanos (OEA). El embajador de Haití ante el organismo internacional, Leon Charles, anunció en un evento extraordinario que Haití suspendió el acuerdo, inicialmente rubricado en 2021 con las autoridades dominicanas, para la construcción de un canal de riego en el río Masacre y proclamó con determinación que los trabajos no cesarán bajo ninguna circunstancia.
Este acto diplomático, llevado a cabo durante una reunión convocada por la República Dominicana en Washington, pone de manifiesto la fuerte discrepancia existente entre ambas naciones respecto al proyecto de infraestructura en cuestión. Charles enfatizó, “Los trabajos de construcción continuarán”, haciendo referencia al canal que se está edificando con el objetivo de suplir de agua a los productores agrícolas de la localidad de Quanaminthe, ubicada al norte de Haití.
La situación ha generado un clima de inquietud en el concierto internacional, puesto que se ve como un potencial foco de conflicto entre estos dos países vecinos. La postura de Haití de proseguir con los trabajos, pese a la posición claramente adversa de las autoridades dominicanas, sienta un precedente de desacuerdo y roce en las relaciones bilaterales.
En busca de una solución pacífica y dialogada, los representantes de Costa Rica y Panamá instaron a ambos países a entablar un diálogo. La propuesta es que, a través de la conversación y la diplomacia, se llegue a una resolución del conflicto que “no vulnere los derechos humanos”.
La construcción del canal, que en principio surgía como una respuesta a necesidades de abastecimiento hídrico, ha transcendido las fronteras de la cooperación y el entendimiento mutuo para convertirse en un asunto de relevancia internacional. Mientras que Haití busca sostener su proyecto argumentando las necesidades de sus productores, República Dominicana se alza en un fuerte rechazo a continuar las obras sin el acuerdo y consenso previamente establecidos.
Por: Marcano Sin Tapujos