Implantes Mamarios: Un tormento que marcó su vida

“Elizabeth Lim, montrealense de 37 años, relata el calvario vivido a causa de sus implantes”

MONTREAL, QC | Elizabeth Lim, enfermera y exmodelo, pasó cuatro meses de su vida sumergida en un tormento físico y emocional debido a sus implantes mamarios. “Durante cuatro meses viví un infierno”, confiesa Elizabeth, quien asegura que todo el sufrimiento experimentado no valió la pena.

Las imágenes capturadas antes y después de su cirugía de extracción son testimonio del drástico cambio en su apariencia. Su rostro, anteriormente hinchado e inflamado, recuperó su aspecto en tan solo un día tras la operación.

Desde su niñez, Elizabeth padeció eccema, aunque controlado. Sin embargo, todo cambió cuando decidió someterse a una cirugía para colocarse implantes mamarios en 2017. Dos años más tarde, comenzó a desarrollar alergias severas a varios alimentos. Y en mayo de 2023, tras reemplazar sus implantes por unos nuevos, su piel se inflamó desde la cabeza hasta las rodillas. “Era imposible que solo fuera eccema”, comenta.

Elizabeth Lim después de la extracción de los implantes.

Entre los síntomas más severos que padeció destacan la pérdida de cabello, ansiedad, insomnio, ojos secos e hinchados, fatiga extrema y una serie de problemas intestinales. Para contrarrestar estos efectos, Elizabeth debió consumir dosis elevadas de cortisona, antihistamínicos y gotas oculares.

Aunque su caso no es reconocido en Canadá, la “enfermedad de los implantes mamarios” ha sido denunciada por varias mujeres que presentan síntomas similares tras someterse a esta intervención. Estos síntomas, en su mayoría, desaparecen tras la extracción de los implantes.

El Dr. Stephen Nicolaidis, cirujano plástico especializado en extracción, fue quien operó a Elizabeth. A pesar de no poder confirmar si la enfermera padeció directamente de la enfermedad de los implantes mamarios o una reacción alérgica a estos, es claro para él que los implantes fueron la causa del deterioro en su salud.

Hoy, Elizabeth Lim asegura que entre el 80% y 90% de sus síntomas han desaparecido. Además, no necesita medicamentos y planea someterse a pruebas de alergias alimenticias. A través de su experiencia, espera evitar que otras mujeres atraviesen por lo que ella tuvo que soportar.

“Tengo cicatrices de 14 centímetros debajo de los senos. Mis pezones están cortados, no siento nada. Y todavía no he terminado de sanar”, finaliza.

Por: Marcano Sin Tapujos

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