
“Nuevas reglas buscan proteger las elecciones de influencias externas y manipulaciones digitales”
En un esfuerzo significativo por preservar la integridad de los procesos democráticos, la Unión Europea ha anunciado la implementación de normativas más severas para regular la publicidad política en línea. Esta medida pretende especialmente frenar la “microtargeting” o microsegmentación personalizada, una técnica que ha sido utilizada en campañas electorales prominentes y que ha generado controversia por su potencial para influir en el electorado mediante el uso indebido de datos personales.
La nueva legislación, pendiente de aprobación formal, plantea la exigencia de consentimiento explícito de los usuarios antes de que sus datos puedan ser utilizados con fines políticos. Además, se prohibirá la recopilación de información sensible que pueda revelar el origen étnico o las preferencias políticas y sexuales de las personas.
A pesar de las dudas de expertos como Martin Emmer, quien considera que el microtargeting seguirá siendo una herramienta valiosa para los partidos políticos, la UE busca establecer un entorno donde la publicidad política sea transparente, claramente etiquetada y donde los electores puedan identificar fácilmente las fuentes de los anuncios.
Otro aspecto relevante de estas normas es la protección contra la influencia extranjera. Se tomarán medidas para limitar la injerencia de países no miembros en las elecciones europeas, como la prohibición de financiamiento de propaganda electoral por parte de terceros países en el período previo a elecciones o referendos.
La Unión Europea también tiene planes de crear un archivo público de publicidad política para facilitar la investigación y el escrutinio de la influencia publicitaria en las elecciones. Este y otros esfuerzos buscan no solo evitar la desinformación y la manipulación electoral sino también asegurar un proceso electoral justo y transparente en la era digital.
Se espera que las nuevas normativas entren en vigor después de un período de transición de 18 meses, posterior a su ratificación oficial, lo que indica que su aplicación plena podría no ser efectiva para las próximas elecciones europeas.
Por: Marcano Sin Tapujos / DW