“Sus padres hacen un llamado a cualquiera que pueda ayudarles a esclarecer el drama”
MONTREAL, QC | Unos padres, cuyo hijo de 25 años tuvo un final trágico y nebuloso en República Dominicana el mes pasado tras caer de un balcón durante un delirio psicótico, están decididos a descubrir la causa del drama.
“Hay demasiadas cosas que no funcionan”, expresa François Gareau, de 58 años, intentando comprender lo que le sucedió a su único hijo.
El 15 de enero, William Gareau estaba de vacaciones con su familia política en el Grand Bahia Principe Ambar, en Punta Cana. Al caer la noche, el representante farmacéutico consumió alcohol en un bar del complejo turístico junto con su novia y su cuñado. Su velada terminó alrededor de la medianoche y, a partir de ahí, todo es confuso.
PREOCUPANTES DECLARACIONES
Al volver a sus habitaciones, los jóvenes hicieron declaraciones incoherentes y alarmantes. Uno se quedó dormido. El otro, William, no. Confundido, gritó “¡AYUDA!” mientras golpeaba las puertas de las habitaciones. Asustada, su novia se refugió en la habitación de un turista vecino.
Luego, guardias de seguridad encontraron a William dormido en el corredor y lo llevaron a su habitación, según reportaron a los padres. Poco después, su hijo yacía en el suelo, tres pisos más abajo.
“NO TE RINDAS”
Sylvie Marcotte, de 52 años, se enteró en plena noche de la caída de su hijo mediante una llamada de su novia. Los servicios hospitalarios pidieron una transferencia de 35,000 dólares para someter a William a una cirugía en otro hospital, a 2 horas y media de camino. Preocupada, procedió y luego tomó el primer vuelo.
“Su novia puso su celular en su oído. Le dije: ‘Will, no te rindas, estoy llegando. Me voy a ocupar de ti. Te amo'”, relata, aún conmocionada.
Desafortunadamente, William falleció de un infarto antes de su llegada. Su cuñado despertó a las 16:00 horas de ese día, también afectado por el misterioso consumo.
SIN RESPUESTAS
Desde entonces, los padres están atormentados por las preguntas sobre si William bebió alcohol adulterado, fue drogado, se drogó él mismo, o hubo negligencia.
“¿Qué pasó? NO-LO-SÉ”, se lamenta Marcotte. “Quizás nunca tengamos explicaciones.”
François Gareau, quien duda que el alcohol por sí solo pudiera haber afectado de tal manera a su robusto hijo, considera que si fue drogado, es un asesinato.
Determinados a esclarecer la muerte de su hijo, hacen un llamado a cualquiera que pueda ayudarles. Lamentan la falta de apoyo de la Embajada y la Oficina del Forense, que no investiga en el extranjero, y la dificultad para obtener un informe policial.
UN UNIFICADOR
Para añadir a su dolor, sitios falsos informan erróneamente que William murió en un accidente en el Aeropuerto Pierre-Elliot Trudeau. “ES FRUSTRANTE”, dice Marcotte.
Sin embargo, están decididos a honrar la memoria de William, un unificador amado por muchos, siempre sonriente y amante de la vida, conocido por su impecable uso del lenguaje. “Lo que más me causa angustia es imaginarlo en ocho o diez años”, se lamenta Gareau.
Por: Marcano Sin Tapujos
