
“A pesar de la crisis de vivienda, Conrad, Richard y su vecino han transformado un rincón verde en un refugio contra las adversidades”
MONTREAL – En medio de un terreno boscoso en el corazón de Montreal, Conrad, Richard y un tercer hombre han encontrado un espacio donde echar raíces, a pesar de vivir en condiciones difíciles. Durante los últimos dos años, estos hombres han logrado mantener su campamento sin ser expulsados por la policía, destino común para las personas sin hogar que establecen un campamento no autorizado.
Para mantener su refugio, estos hombres han adoptado una serie de reglas, que incluyen no exceder tres tiendas, evitar el abuso de alcohol o drogas, no hacer fiestas ni fogatas, mantener la discreción y aprender a convivir.
Cada uno tiene su historia. Conrad, por ejemplo, pasó por varias viviendas antes de terminar en la calle. Ahora, su tienda le ofrece la tranquilidad de no rendir cuentas a nadie. Trabaja de noche recogiendo latas y botellas en el vecindario y, a pesar de las dificultades, ha encontrado formas de sobrevivir y mantener un nivel de dignidad.
Hay veces que estoy harto de vivir en una tienda, especialmente en invierno”, dice Conrad. “Solicito regularmente un alquiler módico, pero nunca llega.
– Coral
Aunque tienen apoyo esporádico de trabajadores sociales y la policía, la vida en el campamento tiene sus desafíos. Los inodoros son escasos y en invierno las condiciones pueden ser duras. Sin embargo, la resiliencia de estos hombres es asombrosa.
“Son realmente ingeniosos. Se adaptarán a las realidades de la calle como una persona que va de camping, pero en un entorno urbano”, dice Maxime Bonneau, director general de PACT de rue, organización que apoya a las personas en situación de calle.
Según los expertos, la creación de estos campamentos es una consecuencia de la crisis de vivienda. Algunas personas optan por vivir en un campamento, incluso con los refugios disponibles, ya que este les proporciona un sentido de independencia y privacidad que no encuentran en los albergues.
A pesar de la tolerancia limitada hacia estos campamentos, la opinión de los expertos es clara: el desmantelamiento de los mismos no debería ser una opción. “Echar a la gente fuera de la calle, es bastante ordinario”, sostiene Julien Montreuil, director de L’Anonyme.
Por: Marcano Sin Tapujos