OTTAWA | El paisaje canadiense se ha visto severamente afectado por una serie de incendios forestales sin precedentes. Más de 100,000 kilómetros cuadrados de tierra han sido consumidos por las llamas, según un informe reciente del Ministro de Protección Civil, Bill Blair. Esta área devastada es aproximadamente del tamaño de los lagos Ontario, Erie y Michigan combinados, y supera el récord anterior establecido en 1989.
Blair advirtió en una entrevista que la situación seguirá empeorando. “Aún hay incendios muy, muy grandes y algunos de ellos están fuera de control, por lo que esta cifra continuará aumentando”, declaró el jueves pasado.
Desde el 27 de junio, cuando la superficie quemada alcanzó los 76,000 kilómetros cuadrados, las comunidades canadienses han vivido bajo constantes órdenes de evacuación, advertencias de calor y problemas de mala calidad del aire.
La mayoría de los incendios forestales se encuentran en la región oeste del país, con Columbia Británica llevando la peor parte. Según datos del Centro Interagencial de Incendios Forestales de Canadá, más de 370 de los 878 incendios activos se encuentran en esta provincia. Más de la mitad de estos estaban fuera de control el pasado domingo.
La lucha contra estos incendios no ha estado exenta de tragedias. Los Territorios del Noroeste reportaron el fallecimiento de un bombero el domingo, debido a una herida sufrida mientras combatía un incendio cerca de su comunidad natal de Fort Liard. Se trató de la segunda muerte de un bombero en menos de una semana, tras el incidente donde Devyn Gale, de 19 años, perdió la vida a causa de la caída de un árbol en Revelstoke, Columbia Británica.
A pesar de la gravedad de la situación, el Ministro Blair expresó optimismo ante las previsiones del Ministerio Federal de Recursos Naturales. Según sus estimaciones, las condiciones deberían mejorar considerablemente en el este de Canadá durante los próximos días. Sin embargo, también reconoció que graves incendios siguen ardiendo de forma incontrolada en la costa este, así como en Ontario y Quebec.
Aunque los costos exactos de estos incendios forestales aún no han sido calculados, Blair anticipó que serán significativos, dada la extensión de los incendios y la duración e intensidad de su quema.
Pese al desastre, Blair destacó que, hasta ahora, las llamas no han comprometido las infraestructuras esenciales de las comunidades como ocurrió en Fort McMurray en 2016, cuando un incendio destruyó miles de casas y edificios.
Por: Marcano Sin Tapujos