“La Justicia Dispone Medidas Cautelares Frente a Alegaciones de Lawfare y Demanda Justicia Expedita”
SANTO DOMINGO | En un veredicto que acapara la atención pública y despierta conversaciones sobre el lawfare en el ámbito judicial, la jueza del Segundo Juzgado de la Instrucción del Distrito Nacional decretó la libertad del exministro José Ramón Peralta. Este fallo, que se extendió por más de cinco horas de deliberaciones, marca un hito al ser Peralta el último de los veinte implicados en el notorio caso Calamar que permanecía en prisión preventiva.
En un giro judicial, la magistrada Ana Lee Florimón impuso una fianza de RD$4.5 millones como garantía económica en modalidad de contrato, así como la prohibición de salida del país y la obligación de comparecencia periódica ante el Ministerio Público. Esta decisión, sustentada en los artículos 227 y 229 del Código Procesal Penal, así como en la Resolución número 1731 de la Suprema Corte de Justicia, se fundamenta en la provisión por parte del imputado de garantías de arraigo suficientes para asegurar su presencia en el proceso judicial hasta su resolución definitiva.
La defensa de Peralta, manifestando alivio por la liberación, ha criticado el retraso de la justicia, señalando que la detención de su cliente durante siete meses fue innecesaria. Los abogados Pedro Balbuena, Emery Rodríguez y Santiago Rodríguez declaran que, más allá de la ausencia de riesgo de fuga, las pruebas presentadas por el Ministerio Público son insuficientes para sostener un juicio en contra de Peralta. El equipo defensor sostiene que el proceso debería cerrarse definitivamente ante la falta de mérito y evidencia.
Por otro lado, Arolin Lemos, representante del Ministerio Público, expresó su insatisfacción con la decisión y adelantó que se presentará una acusación más sólida contra Peralta.
Este caso sigue en el ojo público por las implicaciones que tiene sobre la práctica del lawfare, un término que denota la manipulación de sistemas legales con la intención de perjudicar a un adversario político. Mientras se espera el desenlace del juicio, el debate sobre la justicia y su instrumentalización en conflictos políticos permanece vigente.
Por: Marcano Sin Tapujos
