MONTREAL | El miércoles, el Tribunal de Apelación ratificó la vigencia del decreto que prohíbe la designación de áreas de oración en las escuelas de Quebec. Este fallo es una respuesta a la apelación presentada por una organización musulmana y un grupo defensor de las libertades civiles, que objetan la medida.
“Los apelantes no consiguen persuadirme de que la apelación, cuyo propósito es refutar la suspensión inmediata de los efectos del decreto, tenga probabilidades razonables de éxito”, dictaminó el juez Robert Mainville. “Esto es debido, entre otros factores, a la presunción de validez que favorece a este decreto, dirigido a preservar el carácter laico de las escuelas públicas de Quebec”, añadió.
La Asociación Canadiense de Libertades Civiles y el Consejo Nacional de Musulmanes Canadienses solicitaron al Tribunal de Apelación que revisara su desafío a la decisión tomada en primera instancia a principios de esta semana.
Los apelantes sostienen que “el único propósito de este decreto sería limitar el ejercicio del derecho fundamental a la libertad de religión sin ninguna justificación”, según consta en el fallo emitido en Montreal. Argumentan que esta es una “infracción flagrante” a dicho derecho.
“Sin embargo, tal como lo concluyó el juez de primera instancia y lo establece el propio decreto, el objetivo perseguido tiene que ver con la cuestión de preservar la laicidad de las escuelas públicas”, refutó el juez Mainville. “Este es un asunto complejo que no se presta a un análisis simplista ni a respuestas simplificadas”.
El Tribunal de Apelación sostiene que las consecuencias derivadas del decreto no justifican una intervención judicial inmediata, como la solicitada por ambos grupos, quienes deseaban la suspensión de la directiva gubernamental.
En abril, el Ministro de Educación, Bernard Drainville, prohibió a las escuelas públicas establecer espacios de oración para los estudiantes, respaldándose en la política de laicidad institucional de la provincia. Bernard Drainville aseguró que los estudiantes afectados podrían rezar siempre que lo hicieran de manera discreta y silenciosa.
Por su parte, los apelantes sostienen que las oraciones musulmanas requieren la realización de ciertos rituales específicos, y lamentan que los jóvenes hayan sido amenazados con medidas disciplinarias por intentar rezar.
En junio, el Tribunal Superior de Quebec ya había rechazado una solicitud de injunción con el mismo objetivo que la apelación presentada esta semana. El juez Lukasz Granosik mencionó la falta de urgencia de la situación en su decisión.
La petición se presentó en nombre de un estudiante musulmán de 16 años de una escuela secundaria en la región de Montreal, a quien se le había asignado un lugar para rezar durante su hora de almuerzo, y que perdió dicho espacio debido al decreto gubernamental.
Por: Marcano Sin Tapujos