
“Elon Musk calificó la USAID como una organización criminal”
Elon Musk, el hombre más rico del mundo, encargado por el presidente Donald Trump de limpiar el gobierno federal, declaró el lunes que la Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID), administradora de miles de millones de dólares en ayuda mundial, será “cerrada”, una medida extraordinaria que sus críticos consideran ilegal.
El multimillonario indicó que cuenta con el total apoyo del presidente estadounidense, quien incluso dijo el domingo que la USAID estaba “dirigida por un grupo de locos extremistas”.
Los empleados de la Agencia, que maneja programas de ayuda en unos 120 países, recibieron órdenes por correo electrónico de no ir a sus oficinas el lunes. Cerca de mil empleados o contratistas quedaron bloqueados fuera de sus sistemas informáticos, reportó Devex, una plataforma especializada en desarrollo.
Un empleado de la USAID, que prefirió mantener el anonimato, describió la situación como “caos total” esa mañana en la agencia, que juega un papel crucial en la distribución de la ayuda extranjera de Estados Unidos, el mayor proveedor de ayuda del mundo.
La cuenta X de USAID fue suspendida y su sitio web está fuera de servicio. Varios altos funcionarios de la agencia fueron enviados a licencia administrativa desde el sábado por la noche.
“GUSANO EN LA FRUTA”
“No es solo que el gusano esté en la fruta (…) es desesperanzador. Debemos deshacernos de todo. Es por eso que debe desaparecer. Es irremediable”, declaró Elon Musk durante una sesión de video en la red X cerca de la medianoche hora de Washington (05H00 GMT del lunes).
Según él, Donald Trump “está de acuerdo en que deberíamos cerrar” la USAID. “Le pregunté detenidamente y aceptó que la cerráramos”, afirmó Musk.
Los ataques contra esta agencia, que ya había visto congelados sus fondos, forman parte de una implacable persecución de los gastos públicos iniciada por Elon Musk, a quien el presidente estadounidense ha otorgado poderes sin precedentes en la historia política moderna de Estados Unidos.
“La USAID está dirigida por un grupo de locos extremistas, y los estamos despidiendo (…) Luego tomaremos una decisión” sobre el futuro de la organización, criticó Donald Trump el domingo ante la prensa.
Un escenario no confirmado sería que la agencia pasara a formar parte del Departamento de Estado.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, anunció que será el nuevo jefe interino de la agencia de ayuda estadounidense USAID para poner fin a la “insubordinación”, el lunes durante una visita a El Salvador.
“Soy el director interino de la USAID”, declaró Rubio a los periodistas, afirmando que la agencia estadounidense para el desarrollo internacional no había respondido a las preguntas y que “este nivel de insubordinación hace imposible realizar una revisión seria”.
Elon Musk ya había multiplicado el domingo los comentarios mordaces contra la USAID en su plataforma X. Primero la calificó de “organización criminal”, repitiendo acusaciones que señalan a la institución gubernamental de “realizar trabajos sucios para la CIA” y de “censurar en internet”.
El jefe de Tesla y SpaceX luego afirmó a sus 215 millones de seguidores, sin proporcionar pruebas: “¿Sabían que con el dinero de los contribuyentes, la USAID ha financiado investigaciones sobre armas biológicas, incluido el Covid-19, que ha matado a millones de personas?”
No desarrolló sus acusaciones, que, según funcionarios de la administración anterior de Joe Biden, provendrían de una campaña de desinformación rusa.
“DESASTRE”
La videoconferencia se centró en el departamento de Eficacia Gubernamental (Department of Government Efficiency, DOGE) de Musk, encargado de recortar los gastos federales.
El DOGE no tiene estatus federal, lo que requeriría la aprobación del Congreso, y Musk no es ni un empleado federal ni un funcionario gubernamental. No está claro a quién rinde cuentas el DOGE.
Expertos cuestionaron el lunes la legalidad de esta decisión de cerrar la agencia de desarrollo.
“El presidente no tiene la autoridad legal para abolirla o transferirla unilateralmente al Departamento de Estado”, escribieron en un memorando Matthew Kavanagh y Luis Abinader, del Centro de Estudios de Políticas Públicas de Salud de la Universidad de Georgetown, hablando de “un desastre para la política exterior estadounidense”.
Legisladores demócratas estimaron por su parte que “no podemos permitirnos interrumpir los programas de la USAID que desde hace tiempo avanzan los objetivos de la política exterior estadounidense”.
Desde su investidura el 20 de enero, el presidente estadounidense suspendió la ayuda extranjera durante tres meses, tiempo para una revisión completa de la misma, especialmente para rastrear los programas que promueven la diversidad o el aborto.
Su secretario de Estado, Marco Rubio, anunció rápidamente excepciones para Egipto, Israel y la ayuda alimentaria de emergencia.
Ante el escándalo y la preocupación suscitada en los círculos humanitarios y en el extranjero, luego amplió esta excepción a la ayuda humanitaria esencial.
Agencia independiente creada por una ley del Congreso estadounidense, la USAID administra un presupuesto de 42.8 mil millones de dólares, destinado a la ayuda humanitaria y al desarrollo en todo el mundo.
Por: Marcano Sin Tapujos / AFP